
Esa es una de las grandes verdades no solo del fútbol sino de la vida en general. Y define perfectamente los altibajos que sufren los equipos de más entidad, los Grandes.
Esta frase además nos vale perfectamente para definir a las ligas europeas, en las que destacan la caída libre que parece practicar el FC Barcelona que seguramente sea el caso más representativo porque, un equipo que acababa de estar en la cumbre del fútbol mundial en cuanto a juego y a resultados parece haber perdido toda su identidad y haberse convertido en un equipo mediocre que se deja remontar partidos que va ganando como el del Betis o algunos que habría finiquitado fácilmente en el pasado que ahora se le atragantan como el del Valladolid (pese al resultado). Esta caída se demuestra fácilmente viendo un partido del equipo en el que tan solo el siempre activo Iniesta y un entusiasmante Bojan parecen querer ganar el partido ya que el resto demuestra una apatía total.

Otra situación de caída quizás menos estrepitosa porque es desde más abajo es la que está sufriendo el Arsenal en la Premier League inglesa que ha pasado de ser un líder sólido y con un estilo de juego preciosista a ocupar la tercera plaza de la competición por detrás de Chelsea y ManU gracias a haber logrado numerosos empates en las últimas jornadas (y una derrota ante el Chelsea).

Algo parecido ocurre en la casa del AC Milan que después de haber cuajado una mala campaña en la liga la temporada pasada solo maquillada al haber logrado la Champions, esta parece destinada al fracaso ya que una vez eliminados de la máxima competición europea tienen más que difícil conseguir la clasificación para Europa en la competición doméstica lo cual sería un desastre total para la hinchada rossonera.