lunes, 12 de enero de 2009

APOTEOSIS LEVANTINA

Para mi repaso al fin de semana futbolístico, tenía pensado escribir sobre la victoria aplastante del ManU sobre el Chelsea (3-0), sobre el empate entre dos grandes italianos como son Milan y Roma (2-2) o incluso sobre la garra que demostró el Barça en su partido en el Reyno de Navarra (2-3) pero no, después de ver el Valencia-Villareal del sábado me resulta imposible no dedicarle un artículo en mi blog.


El derbi levantino era vital para ambos conjuntos, si el Villareal quería volver a Europa necesitaba los tres puntos. El Valencia no quería perder la estela del líder, receta: la misma, ganar los tres puntos.
El Valencia salió igual que en la jornada anterior contra el Atlético de Madrid, arroyó al equipo castellonense, traducción: minuto 1, corner a favor del Valencia, fallo en el marcaje, Baraja la pone abajo y Diego López no llega, 1-0.
Pero esto no fue todo, el asalto ché continuó, pero esta vez se produjo un intercambio de golpes, el Villareal estrelló dos balones en el palo, se olía el empate cuando un pase magistral de Albelda (correcto en su reconversión a lateral derecho) dejaba un balón para Villa que, después de sentar a Godín, hacía el 2-0.
El resto de la primera mitad fue una oda al fútbol, el ritmo era brillante, las ocasiones se sucedían, reinaba una velocidad atípica para la liga española, se veía lo mejor fútbol británico en Mestalla. Desgraciadamente la primera mitad tuvo que acabar eso si, previo empate del Villareal .
La segunda apuntaba al dicho de que "segundas partes nunca fueron buenas" el ritmo bajó, relajación, ni mucho menos, del mejor fútbol inglés se paso a lo mejor del fútbol español: menos rapidez: es cierto pero más toque, más goles y la misma emoción.
Llorente igualaría el partido, Edú marcaría la ventaja local y Rossi (de penalti) establecería el empate a tres definitivo: PARTIDAZO.

1 comentario:

Alba dijo...

El derbi valenciano dejó muy buen sabor de boca a todos los espectadores, gracias a que se pudo ver en directo. Era uno de estos partidos que no quieres que nunca se acabe.
Saludos