LA PREMIER EN ESTADO PURO: ARSENAL-MANCHESTER UNITED

El sábado a mediodía se jugaba en el Emirates Stadium el que sin duda era el partido del fin de semana en Inglaterra y por extensión el de toda Europa.


Al partido el Arsenal llegaba tocado, había perdido en la última jornada contra el Stoke y había empatado contra en Fenerbache en Champions. Además no podía contar con ninguno de sus delanteros titulares (Van Persie y Adebayor) ni con ninguno de su lista de lesionados de larga duración encabezada por Rosicky y Eduardo.
Por su parte el ManU tampoco llegaba muy bien después de empatar contra el Celtic en la Champions, pero al menos contaba con sus estrellas: Ronaldo, Rooney y Berbatov encabezaban su ataque mientras que en el banquillo quedaban suplententes de lujo: Nani, Tevez, Giggs...

El partido empezó con un dueño claro, el ritmo lo marcaban las ocasiones del United que, inesplicablemente no encontraban portería.
Con este panorama y después de que entre Berbatov, Park y Ronaldo le fabricasen una magnifica ocasión a Rooney (que la mandaba a las nubes) el Arsenal consiguió marcar gracias a un tiro desde fuera del área de Nasri.

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Desde entonces el partido dio un giro muy brusco, el Arsenal se hizo con el control del centro del campo (cosa que viendo la alineación de uno y otro equipo parece obvia porque se enfrentaban Anderson y Carrick a Denilson, Nasri, Diaby y Fabregas) y por lo tanto con el control del partido. Entonces salió a relucir la calidad de Denilson, la clarividencia de Fabregas y sobre todo la elegancia de Nasri que una y otra vez superaba a Neville.
Entonces llegó la jugada del partido, Fabregas controlaba el esferico, Walcott arrastraba con él a la línea defensiva del United y tras un pase magistral del centrocampista catalán, Nasri batía a Van der Sar.

Cuando el partido parecía terminado Ferguson sustituyó a Neville, entró a jugar un jovencísimo brasileño, Rafael da Silva y sinceramente dio todo un espectáculo: regateó, desbordó, defendió, marcó un golazo y sobre todo hizo despertar al ManU.
Sin embargo no fue suficiente, el Arsenal aguantó y se llevó los tres puntos: PARTIDAZO.