
En Londres se vivió un partido extraño, al menois para la liga inglesa. El Arsenal jugó igual que contra el ManU y el Chelsea, al pelotazo, renunuciando a la posesión del balón, dando la ininciativa al Liverpool.
Sin embargo el partido empezó con el mismo guión que los otros dos partidos del Arsenal contra los grandes, cuando parecía que el Liverpool estaba a punto de marcar, Van Persie se inventaba un golazo, 1-0. En una contra de libro los reds empataron 2-0.
Sin embargo, la mala suerte se cebó con el Arsenal, Fabregas se retiró en el descanso lesionado, ahí se acabó el Arsenal, ya no era capaz de jugar ni siquiera al pelotazo, no sabían que hacer, a quien darle el balón, era un equipo sin alma, se demostró la Cesc-dependencia a la que está ligada el equipo gunner.

En España, en Vila-real se jugaba un gran partido, el Villareal buscaba romper su racha negativa y recortar distancia con el Barça que a su vez pretendía dar un golpe de efecto a la liga.
El partido fue duro, táctico, los dos equipos defendieron bien, había mucho respeto entre los dos entrenadores.

Después vino la expulsión de Piqué, ¿justa? no lo se. Lo que se demostró a continuación fue que el Barça es capaz de aguantar un resultado, que también puede ser un equipo defensivo, físico.
Esto se debe en parte al gran trabajo del siempre correcto y maduro Busquets y de Keita, que cuajó un partido perfecto, recompensado con un gol.
Buen partido, intenso, duro, fantástico. Dejó tocado al Villareal y demostró que la Liga tiene un líder muy sólido, que está por encima de los demás equipo, al menos en este momento.
1 comentario:
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Abrazo
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